Él es mejor que si todos los días de mi vida fuera mi cumpleaños y no envejeciera nunca jamás. No se, supongo que será su olor, su mirada, su "yo" infantil. Puede que sea su forma de quererme la que hace que mi sonrisa abarque más que la de los chimpancés de la selva del África centro occidental.
Disfruto a su lado, su sonrisa me mantiene viva y no dudaría ni un segundo en pasar una vida más a su lado. Sorprende, lo sé. Y
espero que siga siendo así.
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